El DRAE es muy claro en la sus definiciones define como corrupción: En las organizaciones, especialmente en las públicas, practica
consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en
provecho, económico o de otra índole, de sus gestores y el adjetivo corrupto lo aplica a aquel: que se deja o ha dejado sobornar,
pervertir o viciar.
Parece que los políticos del PSOE aplican estas
definiciones a su manera ya que según ellos los presidentes de la Junta de
Andalucía, y todos los implicados, son inocentes de todos sus cargos, acepto la
presunción de inocencia, pero basan su
defensa en que no se han apropiado del dinero. ¿Cómo llaman ellos la
utilización fraudulenta de fondos públicos?, ¿acaso no han utilizado
políticamente la red clientelar, en
provecho propio, para obtener algún intercambio extraoficial de favores?
Señores seamos serios, la corrupción es corrupción sea de
un miembro de un partido o de otro.
Cuando conseguiremos que no sea un arma política y que no
se utilice para distraer la atención de aquellos temas que nos interesan a todos
como son: la estabilidad política, económica , social, etc.
Esto va dirigido también a los nuevos partidos, que utilizan
los casos de corrupción para erigirse
como salvadores de este País.
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